Reconsideré el lugar anterior y decidí que mi nuevo refugio para el 2012 sea la biblioteca del congreso. El establecimiento en cuestión despierta en mi intriga y cierta tranquilidad, ya que en un hipotetico fin del mundo donde el cataclismo y el ecatombe estará a la orden del dia, la virtud de la tranquilidad me será de gran utilidad. Además del diseño de su estructura que me transmite seguridad.
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